MI INFANCIA

Cuando pienso en mi infancia me vienen a la cabeza tantas cosas… Recuerdo que la pared de la cocina era el sitio perfecto para hacer el pino si no me veía mi madre, que la buhardilla era mi rincón y que me encantaba hacer planes sobre cómo sería cuando la convirtiera en mi cuarto, en una habitación gigante donde podría tener de todo. Me acuerdo de mi baño, con ese mueble gigante en el que hoy cabrían todos los potingues que tengo amontonados en la pila de ahora, de los cuatro estantes en la bañera donde cabrían todos mis jabones.
Pienso también en lo mal que olia el garaje cuando se lavaba el suelo con salfuman, y lo bien que me sentí cuando me hice mayor y mi habitación de jugar paso a ser mi despacho para poder estudiar.
Y en cómo por la mañana la luz de mi ventana se reflejaba en forma de rayitas en la pared de enfrente.
Para mí esa casa era un palacio, en mi colegio nadie se creía que pudiera bajar a jugar a la calle por las tardes y que no hubiera coches, nadie se creía que podía irme por ahí con la bici o los patines y que no pasara nada.
Pero… sobretodo mi infancia sois vosotras. Fuisteis las primeras amigas a las que escogi (no erais amigas mias ni por ir a mi clase, ni por vivir en mi calle, ni nada), y todo empezó en “la falla de la rosquilleta”.
Ha pasado mucho tiempo desde entonces, y para mí parece que todo fue ayer. Desde el momento en que os conoci, me ha pasado de todo. Con vosotras vivi “mi primera amistad”, mis primeros celos, mis primeros enfados, mis primeras noches de chicas, mis primeras salidas en valencia…
Tantos momentos en la falla, en la caseta del parque de panazol, la pirámide, el parque del barranco, la plaza de la iglesia, casa de Sandra, los patios anchos, la plaza y los banquitos de las pistas, los paseos, el césped del instituto..
Y si de algo estoy segura es que por muchas cosas que viva y muchos sitios en los que este nunca olvidare la seguridad que me daba teneros tan solo a unas calles de mi. Una vez más, las “cosas de mayores” nos separaron. Creo que no he sentido tanta impotencia en toda mi vida como el dia que vi colgado de la ventana, de MI ventana, ese cartel de se vende…
Pero todo me ha servido para darme cuenta de que pase lo que pase estaréis ahí, como seguís estando cada vez que quiero o necesito algo. Nunca me arrepentiré de haber elegido crecer con vosotras :)